En el SANTO NOMBRE DE MI SEÑOR JESUCRISTO Y POR SU INFINITO PODER, pido para todos nosotros la anulación y destrucción de cualquier maldición, hechizo, trampa, conjuro, artilugio, mentira, obstáculo, influencia de espíritus malignos y toda anormalidad o enfermedad de cualquier origen, incluyendo aquellas causadas por nuestros propios errores y pecados. En el SANTO NOMBRE DE MI SEÑOR JESUCRISTO Y POR SU INFINITO PODER, pido la anulación de todas las obras satánicas que hayan pasado por mí, mi familia, o que procedan de mis ancestros, y de toda maldición, embrujo, hechizo, conjuro, malas artes e intenciones del maligno y de todos sus servidores, así como toda secuela hereditaria maligna conocida o desconocida. En el SANTO NOMBRE DE MI SEÑOR JESUCRISTO Y POR SU INFINITO PODER, me opongo y rechazo todos los votos, pactos y triples sellos satánicos por pactos de sangre, promesas y ataduras que tuviesen nuestras almas con cualquier fuerza satánica, y pido se impida la transmisión de las cadenas y ligas que pudiesen haber sido hechas por mis antepasados, e imploro se les impida cualquier forma de venganza contra mí o contra mis seres queridos. En el SANTO NOMBRE DE MI SEÑOR JESUCRISTO Y POR EL INFINITO PODER DE SU PRECIOSÍSIMA SANGRE, pido se anulen y destruyan todas las ligas y consecuencias derivadas de contactos con espiritistas, clarividentes, astrólogos, médiums, adivinos, o con cualquier poder oculto o rito satánico; también pido se anulen todos los efectos provocados por cualquier participación en tenidas masónicas, sesiones espiritistas o de adivinación, cartomancia, tarot, tabla ouija, horóscopos o juegos misteriosos de todo tipo. En el SANTO NOMBRE DE MI SEÑOR JESUCRISTO Y POR SU INFINITO PODER, rechazo todo vinculo con cualquier poder que no provenga de DIOS y con toda forma de culto que no ofrezca VERDADERA ADORACIÓN, HONOR Y GLORIA A SANTÍSIMA TRINIDAD, a quien adoro y amo con toda mi alma, mente y corazón y por sobre todo cuanto existe, y a quien sólo deseo servir . Amén
(se repite tres veces en honor de Dios Padre, de Dios Hijo Jesucristo y del Espíritu Santo, rompiendo además la posibilidad de triples sellos maléficos).
Ruego a MI SEÑOR JESUCRISTO QUE POR SU PRECIOSÍSIMA SANGRE Y SU INFINITO PODER, reprenda a quienes hayan intentado perjudicarnos o desearnos cualquier daño o mal y que nos dejen en paz ahora, calmadamente y sin causar ningún daño a mí ni a ninguno de nosotros. (Poner aquello que nos perjudica en MANOS DEL SEÑOR. Confiemos plenamente en quien todo lo sabe y todo lo puede) PADRE CELESTIAL, permite que el agua sanadora de mi bautismo, fluya hacia atrás a través de mi generación para purificar a toda mi familia de acciones de Satanás, de sus espíritus malignos y de todos sus servidores; de sus nefastas influencias y acciones, y de todo pecado. SEÑOR JESÚS, llénanos de Tu amor para reemplazar el miedo; llénanos de fortaleza para superar nuestras debilidades; llénanos de Tu gracia para vencer las tentaciones. “SEÑOR, hago el mal que no deseo y no hago el bien que quiero...” (San Pablo) - TÚ que lo sabes todo, te ruego me concedas aquello que me falta para servirte plenamente y ayúdame a evitar todo lo que Te ofenda. (Aquí pídele al SEÑOR que te llene o conceda lo opuesto a lo que has destruido o dañado, y las virtudes que requieres para vivir santamente) Todo lo pongo en MANOS DE QUIEN TODO LO PUEDE, por conducto de QUIEN TODO LO OBTIENE; NUESTRA MADRE DEL CIELO, MARÍA SANTÍSIMA. MADRE NUESTRA DEL MONTE CARMELO, te ruego nos protejas con tu Santo Escapulario, tanto a mí, como a todas las personas por quienes he orado, y por quienes hacen el bien y sirven a
Gracias, PADRE CELESTIAL, por liberarnos y protegernos. Yo te alabo, te bendigo, te adoro con todo mi ser. Gracias por la sabiduría y la luz del ESPÍRITU SANTO que obra sobre nosotros. Gracias por permitir que a través del ESPÍRITU SANTO queden sin efecto las acciones del maligno y de sus servidores. Gracias PADRE ETERNO por la esperanza que destruye al desaliento. Gracias por el progreso en la victoria... En todo triunfaremos con la fuerza de quien nos ama infinitamente. (Romanos: 37) Rezar una Salve a la Santísima Virgen María. Que
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