domingo, 20 de julio de 2008

Bendición del agua fuera de la Misa

RITO DE LA BENDICION

RITOS INICIALES

El celebrante empieza, diciendo:

En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo.
R. Amén.

Luego el celebrante saluda a los presentes, diciendo:

Dios, que del agua y del Espíritu Santo, nos ha hecho nacer de nuevo en Cristo, esté con todos vosotros.
R. Y con tu espíritu.
LECTURA DE LA PALABRA DE DIOS

Luego uno de los presentes, o el mismo celebrante, hace una brevelectura de la sagrada Escritura.

Escuchad ahora, hermanos, las palabras
del santo Evangelio según san Juan. Juan 7, 37-39
R. Gloria a ti, Señor.

El que tenga sed, que venga a mí.

El último día, el más solemne de las fiestas, Jesús, en pie, gritaba: -«El que tenga sed, que venga a mí; el que cree en mí, que beba. Como dice la Escritura: de sus entrañas manarán torrentes de agua viva.» Decía esto refiriéndose al Espíritu que habían de recibir los que creyeran en él. Palabra del Señor. R. Gloria a ti, Señor Jesús.
ORACION DE BENDICIÓN

Luego el celebrante dice:

Oremos.

Después de una breve pausa de silencio, el celebrante, con las manos extendidas, dice la oración de bendición:

Bendito seas, Señor, Dios todopoderoso, que te has dignado bendecirnos y transformarnos interiormente en Cristo, agua viva de nuestra salvación; haz, te pedimos, que los que nos protegemos con la aspersión o el uso de esta agua, sintamos, por la fuerza del Espíritu Santo, renovada la juventud de nuestra alma y andemos siempre en una vida nueva. Por Jesucristo, nuestro Señor.
R. Amén.

0 bien:
Señor, Padre santo, dirige tu mirada sobre nosotros, que, redimidos por tu Hijo, hemos nacido de nuevo del agua y del Espíritu Santo en la fuente bautismal; concédenos, te pedimos, que todos los que reciban la aspersión de esta agua queden renovados en el cuerpo y en el alma y te sirvan con limpieza de vida. Por Jesucristo, nuestro Señor.
R. Amén.

O bien el celebrante dice:

Oh Dios, creador de todas las cosas,
que por el agua y el Espíritu
diste forma y figura al hombre y al universo.
R. Bendice y purifica a tu Iglesia.

Oh Cristo, que de tu costado abierto en la cruz
hiciste manar los sacramentos de salvación.
R. Bendice y purifica a tu Iglesia.

Oh Espíritu Santo, que,
del seno bautismal de la Iglesia,
nos haces renacer como nuevas criaturas.
R. Bendice y purifica a tu Iglesia.

Después de la oración de bendición, el celebrante rocía con el agua bendecida a los presentes, diciendo, según las circunstancias:

Que esta agua nos recuerde nuestro bautismo en Cristo, que nos redimió con su muerte y resurrección.
R. Amén.

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